El intestino grueso es la parte final del tubo digestivo donde se recupera gran parte del agua de la digestión y se transporta hasta el recto el material no digerido para ser evacuado. Normalmente, deberían transcurrir unas 24 horas entre la comida y la defecación, pero la falta de agua, de fibra vegetal y el exceso de proteínas animales, azúcares refinados y grasas desnaturalizadas, retardan el tiempo de eliminación, se producen putrefacciones con alteración de la flora (disbiosis) y convierten la materia fecal en materia tóxica, irritando la delicada mucosa del colon y produciendo todo tipo de enfermedades: estreñimiento, diarreas, síndrome del colon permeable, diverticulitis, apendicitis, enfermedad de Crohn, colon irritable, colitis ulcerosa, pólipos y cáncer de colon.
Mantener el colon limpio es indispensable para evitar esas dolencias, así como seguir el tipo de alimentación que aconseja el libro El Estudio de China del Dr. T. Colin Campbell, que ningún occidental debería desconocer. Las conclusiones de ese estudio epidemiológico realizado en los años 90 por 3 Universidades concluye que la dieta con proteínas animales, lácteos y alimentos no integrales conduce a las enfermedades coronarias, diabetes, enfermedades autoinmunes, degeneración macular, entre otras, que pueden evitarse e incluso curarse si se abordan a tiempo en lugar de limitarse a suprimir los síntomas con fármacos.
El cirujano digestivo Dr. Hiromi Shinya, autor del libro La enzima prodigiosa, fue el inventor de la colonoscopia y en lugar de limitarse a realizar de forma mecánica esa exploración, tuvo la curiosidad de valorar el estado del colon de cada paciente examinado con su estado de salud y tipo de alimentación. Las conclusiones explicadas en su libro ponen claramente de manifiesto la relación estrecha entre lo que comemos, el estado del colon y de la salud en general.
La hidroterapia de colon es un sistema muy ingenioso mediante el cual se realiza una limpieza eficaz, suave y progresiva no sólo del contenido fecal, sino también del continente, el intestino grueso, disminuyendo el grado de toxicidad en menos de una hora, con lo que el hígado y páncreas reciben a través de la vena porta una sangre más limpia, mejorando las funciones de ambos órganos. Asimismo, la recuperación de agua a través del colon se traduce en un aumento inmediato de la diuresis, con lo que se incrementa la capacidad de excretar toxinas a través de la orina. Todo ello repercute favorablemente a otros órganos y sistemas, mejorando las infecciones, cefaleas, malas digestiones, cistitis de repetición, prostatitis, etc.
La Dra. Cathérine Kousmine, a la que tuve el honor de conocer personalmente, me dijo: no hay enfermedad degenerativa que se cure sin un cambio de la alimentación y la regeneración del intestino.
Dejar de ensuciar el intestino y la sangre con comestibles inadecuados y mantenerlo limpio con enemas e hidroterapia de colon es esencial para evitar las enfermedades "occidentales" y el envejecimiento precoz.
Dra. Montserrat Palacín
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